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El Plan Estratégico del Caprino Ambiental sigue esperando respuesta de la administración andaluza

El pasado 26 de octubre de 2023, Cuatro asociaciones de ganaderos de razas autóctonas amenazadas, entre las que se encuentra ABLANSE, junto a RFEAGAS presentaron el Plan Estratégico del Caprino Ambiental Andaluz a la administración. 

 

Cuatro asociaciones de criadores de razas autóctonas amenazadas de Andalucía siguen esperando respuesta de la Junta de Andalucía a la presentación, que se realizó el pasado mes de octubre de 2023, del Plan Estratégico del caprino ambiental andaluz. Esta ausencia de comunicación y respuesta a dicho plan, conlleva que asociaciones como ABLANSE. la Asociación de ganado caprino de raza Blanca Andaluza, se encuentran en un estado de limbo a un pago justo por lucro cesante en las ayudas agroambientales de Andalucía. 

Con este plan, se solicita, entre otros aspectos, medidas de urgencia ante conflictos, contar con la sensibilidad de la administración, y el reconocimiento de la importancia de apostar por la conservación y mantenimiento de la caprino-cultura ambiental.

A continuación, se reproduce el texto de introducción del Plan Estratégico del Caprino Ambiental Andaluz. El documento completo puede consultarse aquí:

 

“Para acometer un plan que proteja a la ganadería caprina ambiental de la amenaza de extinción, es esencial comenzar con una comprensión clara de su definición e ideología subyacente. Según la Real Academia de la Lengua Española, el término PASTOREAR se refiere a “llevar los ganados al campo y cuidar de ellos mientras pacen”. La FAO, por su parte, describe el pastoreo como “un sistema de producción ecológicamente sostenible, que presta una serie de servicios ecosistémicos, como la conservación y la recuperación de la biodiversidad en los terrenos de pasto y la fertilidad del suelo en los pastizales, y que suministra alimentos y subproductos de origen animal a los mercados.

 

La ganadería caprina pastoral, junto con otras especies, ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la ganadería extensiva, así como en la conservación de extensas áreas boscosas y forestales que, a día de hoy, sobreviven en Andalucía. Estas áreas se han convertido en Espacios Naturales Protegidos, lo que destaca la relevancia de la ganadería caprina en la preservación del entorno. Sin embargo, la ganadería caprina en Andalucía se enfrenta a una doble amenaza. Por un lado, el abandono de la actividad caprina en superficies privadas, que históricamente han estado vinculadas a economías familiares. Y, por otro lado, la producción de carne de caprino ha disminuido en favor del caprino lechero, en el mejor de los casos.

Además, la práctica del pastoreo también se ha visto restringida o dificultada por el uso de alambradas y mallas ganaderas-cinegéticas, práctica cada vez más común en fincas privadas. Asimismo, el aprovechamiento pastoral por animales de la especie caprina y otras especies pastorales está siendo sustituido, casi en su totalidad, por la introducción de especies cinegéticas, sobre todo en ciervos. Por lo tanto, son muchas las amenazas que de un tiempo a esta parte ponen en riesgo la cría y desarrollo del caprino extensivo.

 

En consecuencia, las áreas boscosas de Andalucía de titularidad pública, que carecen de pastoreo, sufren una creciente amenaza de degradación y grandes incendios forestales cada vez más difíciles de sofocar y de restaurar las áreas afectadas. La falta de ganado caprino para ocupar estas áreas, combinada con problemas burocráticos en licitaciones públicas, ha llevado a la degradación de estos espacios y al uso de recursos económicos significativos para su mantenimiento.

 

Las razas caprinas ambientales de Andalucía, las cuales son, la Blanca Andaluza, Negra Serrana, Blanca Celtibérica y Payoya, se enfrentan a una seria amenaza debido a la pérdida de sistemas pastorales, por lo que, su desaparición o disminución del censo, tendrá consecuencias significativas en términos ecológicos, sociales y etnográficos.

 

A pesar de los desafíos, la ganadería caprina ambiental puede mostrar una resiliencia mayor a otras especies ganaderas, que puede verse fortalecido, protegido y puesto en valor por medio del diseño e implementación de un plan estratégico de recuperación, ya que estas razas están adaptadas al ramoneo, lo que las hace menos dependientes de la vegetación herbácea, que está disminuyendo. Siendo por ello vitales en la adaptación al cambio climático, con escasez de precipitaciones y de pastos. Garantizando fuente de aportes cárnicos de calidad y cercanía. Siendo indispensable entender que el pastoreo y la productividad expresada en términos cuantitativos, son dos conceptos inversamente diferentes.

 

Además, el sector ha introducido medidas innovadoras, como la digitalización, para paliar la enorme falta de mano de obra, ya que, volviendo a la definición de la RAE, es imprescindible “cuidar de ellos mientras pacen”, hecho este por el que el cabrero no puede ser sustituido por nada ni por nadie. Tradicionalmente, el pastoreo de las ganaderías caprinas ambientales se ha basado en un pastoreo conducido por personas altamente cualificadas, como gestores medioambientales, cuyo objetivo ha sido garantizar el bienestar de los animales, lo que se traduce en una mayor y mejor producción ganadera. La desconexión entre la sociedad urbana y rural ha llevado al alejamiento de la población urbana de los productos caprinos. Para revertir esta tendencia, se requiere una mayor promoción y diferenciación de los productos caprinos en el mercado, sobre todo en la carne y en la piel que es de altísima calidad.”

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